En un par de nuevos estudios, los científicos han descubierto que componentes de la bacteria que causa la enfermedad de Lyme pueden estar detrás de algunas de las complicaciones a largo plazo de esta afección e identifican un nuevo antibiótico que puede erradicar con seguridad el patógeno en ratones. En su conjunto, los descubrimientos ayudan a desmitificar los mecanismos que subyacen al síndrome postratamiento de la enfermedad de Lyme, una afección postinfecciosa que se ha mantenido en gran medida como un misterio para los investigadores. En EE UU, la enfermedad de Lyme suele estar causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y se produce hasta en medio millón de personas cada año. Si bien puede tratarse con antibióticos, la enfermedad de Lyme causa complicaciones a largo plazo como fatiga crónica y problemas cognitivos hasta en un 15% de los pacientes después del tratamiento. Otra complicación común es la artritis de Lyme, que provoca una inflamación debilitante en la rodilla y otras articulaciones, pero se debe a causas en gran parte desconocidas. Basándose en trabajos anteriores, Mecaila McClune y sus colegas teorizaron que los antígenos persistentes de B. burgdorferi podrían ser el desencadenante de la artritis de Lyme. Pusieron a prueba su hipótesis en un modelo de ratón rastreando la distribución del peptidoglicano de la bacteria, que es un componente de su pared celular. Los investigadores descubrieron que las propiedades químicas únicas del peptidoglicano de B. burgdorferi hacían que se acumulara en el hígado, donde persistía durante semanas. Esto llevó a McClune y sus colaboradores a concluir que el peptidoglicano de B. burgdorferi podría ser una fuente continua de antígenos que podrían desencadenar la artritis de Lyme, un hallazgo que, según afirman los autores, podría informar la investigación de otros síndromes postinfecciosos como el COVID largo.
En el segundo estudio, Maegan Gabby y sus colegas señalan que el fármaco estándar para la enfermedad de Lyme, la doxiciclina, mata las bacterias beneficiosas, tiene efectos secundarios tóxicos y no puede recetarse a niños pequeños. El equipo examinó cerca de 500 compuestos aprobados por la FDA en busca de alternativas que pudieran eliminar B. burgdorferi sin afectar a otras familias bacterianas. El cribado reveló que la piperacilina, un antibiótico de la familia de la penicilina, podía erradicar B. burgdorferi en cultivo al apuntar contra la síntesis de peptidoglicanos de la bacteria. El equipo también descubrió que la piperacilina eliminaba las bacterias en los ratones infectados con una dosis 100 veces menor que la doxiciclina, al tiempo que dejaba intactos los microbiomas de los roedores.
Para los periodistas interesados en tendencias, un estudio de marzo de 2025 en Science Translational Medicine descifra la base de la inmunidad a las garrapatas en humanos y presenta una vacuna de ARNm capaz de replicar esta protección en cobayas: https://www.science.org/doi/10.1126/scitranslmed.ads9207