image: Research Team
Credit: Ana Díaz Artíles
Un proyecto internacional pionero liderado por un equipo de destacadas mujeres científicas, en el que participa personal investigador de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y que está impulsado por la Agencia Espacial Española (AEE), acaba de terminar su campaña de vuelos parabólicos en Burdeos (Francia). Su objetivo fundamental es estudiar y contrarrestar los efectos adversos de la microgravedad en el cuerpo humano, un desafío clave para la futura exploración de la Luna y Marte.
La investigación está liderada por la profesora Ana Díaz Artiles, de la Texas A&M University (TAMU, EEUU) y profesora honorífica en el Dpto. de Ingeniería Aeroespacial de la UC3M. Su equipo ha puesto a prueba una contramedida innovadora para proteger la salud cardiovascular y ocular de los astronautas en misiones de larga duración. “Los resultados de esta investigación no solo serán cruciales para el futuro de la exploración espacial humana, sino que también podrían tener importantes aplicaciones en la Tierra, como en el tratamiento de enfermedades vasculares y la rehabilitación cardiovascular”, explica Ana Díaz Artiles.
Este proyecto marca un hito por su enfoque y su equipo, que cuenta con una notable participación femenina y española. Entre los participantes se encuentran: Sara García Alonso, astronauta de reserva de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés); Isabel Vera Trallero, directora de la Oficina de Espacio y Sociedad de la Agencia Espacial Española; y Beatriz Puente-Espada, directora del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA) del Ejército del Aire y del Espacio. El equipo español se completa con: el profesor Óscar Flores Arias, director del Dpto. de Ingeniería Aeroespacial de la UC3M; el estudiante de máster Huc Pentinat Llurba de TAMU; y la participación del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
Ciencia de vanguardia contra los desafíos de la microgravedad
Durante las misiones espaciales, la ausencia de los gradientes de gravedad provoca que los fluidos corporales se desplacen hacia la cabeza, lo que puede causar problemas de visión, aumentos de presión intracraneal y riesgo de coágulos sanguíneos en el cuello. Para combatir estos efectos, el equipo ha probado una técnica denominada Lower Body Negative Pressure (LBNP), que aplica presión negativa en las piernas para redistribuir los fluidos y normalizar la circulación.
“Lo más interesante de este proyecto es que estamos evaluando en condiciones reales de microgravedad una contramedida tan prometedora como el LBNP. Esto nos permitirá analizar la eficacia del LBNP para proteger la salud ocular y cardiovascular de los astronautas, dos de los grandes retos de las misiones espaciales de larga duración”, indica Oscar Flores. Además de marcar un antes y un después en la protección de la salud de los astronautas, "la validación de la técnica LBNP puede también abrir la puerta a aplicaciones médicas aquí en la Tierra”, añade.
A lo largo del vuelo parabólico, se analizará la eficacia de esta técnica midiendo la circulación sanguínea en el cuello y otros parámetros cardiovasculares y oculares. Este esfuerzo colaborativo es un ejemplo de investigación global con socios de renombre en EEUU, como la University of California, Davis, y la University of Florida. El proyecto está financiado por la ESA, la NASA, TAMU y la Lockheed Martin Corporation, lo que subraya su importancia internacional.
Method of Research
Experimental study
Subject of Research
People