La investigación en animales y humanos ha sugerido que los bajos niveles de taurina pueden ser un factor de envejecimiento, lo que ha llevado a debatir si la taurina es un biomarcador del envejecimiento. En esta ocasión, un estudio exhaustivo que incorpora datos longitudinales de humanos, monos y ratones muestra que los niveles de taurina en la sangre no disminuyen de forma sistemática con la edad y que estos niveles varían más por factores propios de cada individuo que en función del envejecimiento. Estos resultados llevan a los autores del estudio –María Fernández y sus colaboradores– a concluir que "la eficacia de la suplementación con taurina para retrasar el envejecimiento o tratar en general las afecciones relacionadas con el envejecimiento puede depender del contexto". El micronutriente taurina es uno de los aminoácidos más abundantes en los animales y está reconocido por sus amplias funciones biológicas y sus posibles beneficios para la salud. Algunos estudios recientes, incluido un artículo de investigación de junio de 2023 publicado en Science, han demostrado que los niveles de taurina en la sangre disminuyen con la edad en los organismos estudiados y que la suplementación con taurina puede retrasar este proceso y mejorar la esperanza de vida. Estos y otros resultados también han suscitado debates sobre si los niveles de taurina podrían ofrecer un biomarcador sanguíneo del envejecimiento.
Para que pueda considerarse un verdadero biomarcador del envejecimiento, la taurina debe cambiar de forma fiable con la edad en diversas poblaciones y a lo largo del tiempo, idealmente si el fenómeno se evidencia mediante datos longitudinales. Según afirman Fernández y sus colegas en su nuevo artículo, estudios anteriores –basados en su mayoría en datos transversales– han arrojado resultados contradictorios sobre cómo cambian los niveles de taurina en la sangre con la edad. Basándose en estos trabajos anteriores, Fernández y su equipo realizaron análisis longitudinales y transversales exhaustivos de los niveles de taurina en tres grandes cohortes humanas distintas, monos rhesus y ratones en un amplio rango de edades. Descubrieron que las concentraciones circulantes de taurina permanecen estables o aumentan con la edad en individuos sanos y que las variaciones en los niveles de taurina estaban más influidas por las diferencias individuales, la dieta, el sexo y la especie, que por el propio envejecimiento. Los hallazgos también revelaron que las asociaciones entre la taurina y los indicadores funcionales de salud, como la fuerza muscular y el peso corporal, variaban en función del contexto y la especie. Los hallazgos no apoyaron de forma consistente una relación causal entre la disminución de taurina y el envejecimiento. A partir de estos resultados, Fernández y sus colaboradores concluyen que la taurina no es un biomarcador fiable del envejecimiento y que es más probable que su potencial como terapia antienvejecimiento sea específico del contexto que universal.
Science tiene previsto celebrar una sesión informativa bajo divulgación restringida a las 11:00 horas del Este de EE.UU. el martes 3 de junio para comentar de este estudio. Para apoyar un debate enriquecedor sobre la investigación en este espacio, el acto contará con la participación de un autor del pasado estudio de Science mencionado arriba: "La deficiencia de taurina como motor del envejecimiento". (El equipo de SciPak celebró una sesión informativa de divulgación restringida sobre ese estudio en junio de 2023 que puede consultarse aquí)
Journal
Science
Article Title
Is taurine an aging biomarker?
Article Publication Date
5-Jun-2025